El Girona recurre su sanción
Estos días se está hablando, y mucho, de la situación que ha vivido el Girona en la Copa de Europa femenina. El conjunto catalán sufrió una avería camino del pabellón del Ely y llegó 25 minutos tardes. Los árbitros, portugueses, dicidieron esperar los 15 minutos que establece el reglamento y ante la incomparecencia de las catalanas dieron el partido por ganado a las inglesas por 10-0.
El caso es que el Girona ganó 9-0 en la ida y con esta sanción se ha quedado fuera de una competición de la que es subcampeón. Desde la entidad rojiblanca argumentan que avisaron al presidente del CERH, el también portugués Carlos Graça, que estaba en la pista y que les aseguró que el partido se jugaría porqué al equipo inglés también le interesaba jugar.
Pero donde dije digo, digo Diego y las jugadoras del Girona se quedaron sin partido, eliminadas y de piedra. Más aún si tenemos en cuenta que dos de las jugadoras se pagaron el desplazamiento de su bolsillo. A la eliminación se debe sumar ahora una posible sanción de entre 4.000 y 6.000 euros por incomparecencia.
No es una situación fácil. El hockey femenino está despreciado y esta situación puede acabar de hundirlo aún más. Las inglesas no contaban con tener que afrontar una nueva ronda ante el Voltregá y no pueden afrontar los costes del desplazamiento. El Girona ha recurrido pero a la vez asegura que no puede afrontar otro desplazamiento de 6.000 euros a Inglaterra si acaban acceptando sus argumentos y en medio el CERH que se encuentra con una situación que se le ha complicado sobremanera.
La pregunta es si está situación debería haber llegado hasta este extremo. Es cierto que el reglamento está para cumplirse y que no deben permitirse excepciones, de lo contrario, sería muy difícil saber donde poner el límite: ¿25 minutos? ¿O 30? ¿O una hora?... Un deporte serio empieza por cumplir el reglamento pero también es cierto que las leyes son interpretables y que a veces hay que calibrar las consecuencias de las decisiones.
Sabiendo que ambos equipos querían jugar y que las consecuencias eran mucho peores que esperar 10 minutos quizás debería haberse actuado de otra manera. Tampoco ayudan las declaraciones en caliente del presidente del Girona, Sergi Alonso, diciendo que esto sucedía "porque los árbitros y el presidente del CERH son portugueses" cuando no hay ningún equipo portugués en competición y aunque lo hubiere de poco sirven este tipo de declaraciones. Ahora el hockey femenino está teniendo espacio en los medios de comunicación pero no por méritos deportivos sino por una situación kafkiana que seguirá hundiendo un poco más a esta modalidad.
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